
Absurdos Sueños de Conquista en pleno siglo XXI
¡Oh, qué tiempos aquellos en los que Donald Trump, el magnate de los negocios y ahora doblemente presidente electo, ha decidido que su misión en la vida es convertir el mapa mundial en su propio tablero de Monopoly! Desde su regreso a la política, Trump ha dado rienda suelta a su imaginación, tanto para contentar a sus votantes menos capaces, como para añadir un poquito de tensión, en un mundo, que al parecer no tiene ya suficientes problemas
Canadá el estado 51
Primero, Canadá. ¿Quién necesita un vecino y aliado cuando puedes tener un estado más? Trump, en su infinita sabiduría, ha sugerido que Canadá debería simplemente convertirse en el estado número 51 de Estados Unidos. Porque, claro, ¿a quién no le gustaría pagar impuestos estadounidenses, verdad? Imagínense a Justin Trudeau, que ahora solo sería el «gobernador» de este nuevo «Estado del Gran Canadá». Los canadienses deben estar emocionadísimos de perder su identidad cultural por… ¿aranceles más bajos y tener que pagar por la estupenda sanidad estadounidense? Viva la libertad, carajo, como diría el simpático Milei

Panamá, el único país estable de la región, objetivo de Trump
Luego, el Canal de Panamá. Trump parece haber olvidado que el canal ya no es propiedad de Estados Unidos desde hace un cuarto de siglo, pero eso no le impide afirmar que lo quiere de vuelta. Parece haber confundido la diplomacia con una subasta de eBay, amenazando con acciones militares o económicas para recuperar lo que él considera «un derecho divino». Porque, claro, ¿qué son los tratados internacionales cuando tienes una cuenta de Twitter ahora X y un ego del tamaño de Texas? Me recuerda a una de mis peliculas favoritas «El Sastre de Panamá» de Pierce Brosnan, una maravilla de los 2000 que ahora parece estar de plena actualidad.
Groenlandia, que prefieres ser, Europeo o una ruina como Puerto Rico
Y, por supuesto, Groenlandia. ¡Qué gran idea, comprar una isla del tamaño de Europa solo porque puedes! Trump ya intentó esto una vez y fue rechazado casi tan rápido como se rechaza una oferta de «The Apprentice». Pero no, aquí viene de nuevo, sugiriendo que Groenlandia es «una necesidad absoluta» para la seguridad nacional de Estados Unidos. Porque, obviamente, el Ártico y sus pingüinos (que en realidad viven en el Polo Sur, pero bueno) son una amenaza inminente. Dinamarca, con su característica cortesía nórdica, ha tenido que recordarle al mundo que Groenlandia no está en el mercado, pero para Trump, eso es solo una «negociación» más por hacer.
Si no puedes con tus enemigos, fastidia a tus amigos
En lugar de concentrarse en los verdaderos gigantes que representan desafíos estratégicos para Estados Unidos, como Rusia y China, Trump ha decidido centrar su atención en… sus aliados. ¡Sí, porque nada dice «liderazgo» como meterse con tus amigos!
En resumen, Trump parece creer que la política exterior es un juego de Risk, donde puedes simplemente colocar tus piezas en cualquier parte del mundo y proclamarla tuya. Su visión de una América «Grande» implica, al parecer, una versión moderna del imperialismo del siglo XIX, donde comprarle un territorio a otro país es tan simple como comprar un terreno para construir otro Trump Tower.
Esperemos que estas ocurrencias sean solo parte de su show y no una verdadera política. Porque, si no, el mundo podría estar a punto de ver una nueva era de «Make America Great Again» que más bien suena a «Make America Absurd Again». ¡Que Dios nos ayude, o mejor dicho, que nos ayude el sentido común!